Te olvidaste de darme los buenos días, y mis besos de buenas noches se fueron apagando
Le salió mal. El tiro por la culata. El caballo de Troya se vio reducido a astillas y su corazón en miles de pedazos. La jugada no resulto, no fue una buena táctica aunque todos opinaban lo contrario. Quizá fue la mejor idea jamás pensada, solo que no era la perfecta para que ella la llevase a cabo. Y se vio en el bando contrario, en el lado del enemigo que pasó a ser mucho más de lo que esperaba. Se vio sin fuerzas, sin poder llevar a cabo aquella genial idea que un día la convenció, sin poder resistir aquella puta tentación...

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